El refugio del pulpo

Uno de los animales más habituales de nuestros fondos pero también de los más esquivos, dada la enorme facilidad con la que se esconden o bien se camuflan a nuestros ojos.
El pulpo pertenece, al igual que la sepia o el calamar, a la clase de los cefalópodos (literalmente, cabeza y pies), moluscos que aparecieron en el líquido elemento hace cientos de millones de años y que, tras extenderse por todos los mares, han sobrevivido hasta hoy en practicadamente todas las aguas costeras.
El pulpo tiene, además de una excelente capacidad de camuflaje por su cambio de forma y color, una enorme curiosidad fruto de su aventajada inteligencia respecto al resto de moradores de los fondos marinos. No es extraño que el tímido y huidizo pulpo se preste a salir voluntariamente de su refugio si tenemos la paciencia de quedarnos frente a él, inmóviles, durante unos minutos.
Pero lo difícil es precisamente verlo. Este animal, de hábitos nocturnos, suele pasar las horas de luz enrocado en los huecos que quedan entre la piedra, ocultándose de la visión de extraños y ayudándose, si es el caso, de una barrera o cobertura de pequeñas piedras, conchas y cualquier resto que pueda desplazar y le sirva de discreta cortina. Allí pasan las horas en solitario ya que se trata de un animal fuertemente territorial y nada gregario que sólo abandona su refugio para cazar o para aparearse.
Para la caza prefiere la noche o bien las horas del día con menos luminosidad, como el alba o el atardecer. Es entonces cuando lo podemos ver en toda su majestuosidad, con el cuerpo extendido y reptando por el fondo marino, con los brazos extendidos y apoyados en el suelo aunque si es necesaria una rápida evolución recurrirá a su peculiar propulsión a chorro que puede dirigir en cualquier dirección orientando el embudo como si fuera un timón.
Ver la elegancia con la que se desplaza el pulpo, a pasos cortos pero firmes cuando se mantiene en contacto con el fondo, o a gran velocidad cuando se propulsa es siempre un acontecimiento. Y como no nos cansamos de repetir aquí, siempre sobra nuestra intervención, más aún cuando lo que pretendemos es forzarle a jugar con nosotros agarrándolo y interfiriendo en su camino. Disfrutemos del espectáculo sincero de la naturaleza.
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Rafa Martos
Técnico Deportivo en AA.SS, Instructor de buceo y fotógrafo submarino, autor de publicaciones divulgativas de buceo y snorkel, editó el libro Buceo en la Costa Blanca y es [...]